Foros Extreme Age
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.

Extreme Age Capitulo 1: Una serie de malas decisiones

3 participantes

Ir abajo

Extreme Age Capitulo 1: Una serie de malas decisiones  Empty Extreme Age Capitulo 1: Una serie de malas decisiones

Mensaje por Master Jue Ene 12, 2017 3:50 am

Extreme Age capitulo 1.
Escrito y mal editado por Valentín Lagos.

Hace 6 años, en un gran edificio, en una sala de conferencia. Aislada de todo el mundo se reunieron las 12 cabecillas de las familias más poderosas de la nación. Disputaban temas que ya son comunes en estos encuentros entre ellos, como: la política, el comercio y la economía. Pero un punto llamó la atención de todos los miembros rompiendo la rutina.
-en un mundo tan globalizado, estamos a merced del mundo- se escuchó en la sala
-si queremos seguir avanzando lo único que nos queda es controlar el mundo…- una voz calmada provino de un sujeto de terno y corbata negra acompañado de una camisa blanca. Varios rompen en riza.
Esa idea es el cliché de todo villano, nadie se podría tomar en serio esa sugerencia, bueno… nadie que supiera las complicaciones políticas, económicas, armamentistas y sociales que implicaría solo el tratar de conseguir ese objetivo. Sobre todo para un país tan pequeño como este. Pero el no ríe, el habla en serio.
-¿¡hablas en serio!?- Exclamó un sujetos entrado en años que era evidente en su blanco cabello y voz gastada. El asiente con su silencio.
-¿Acaso te tengo que explicar lo estúpido que es solo pensar en eso?- Volvió a declarar
-¿Por qué?-
-¿Cómo que “por qué”?- Alzó cada vez más la voz –para comenzar esta es una nación pequeña. Quizás podamos con nuestros países vecinos, pero… solo eso nada más-
-Puede que tengas razón, pero no toma en consideración algo muy importante- respondió el hombre trajeado colocando sus manos en la mesa enfrente a él. Todos lo miraron esperando que continué.
-¿A qué se refiere joven?- Una gastada voz femenina proveniente de la cabeza de la mesa preguntó al hombre trajeado. El dirige su mirada lentamente a la puerta viendo a la única persona parada en la habitación junto a la puerta.
La vestimenta casual de ese sujeto desentonaba completamente con el ambiente del lugar. Pero su porte elegante, fuerte y con una vista penetrante da en conjunto un aire digno de respeto.
Comenzaron algunos murmullos…
-Ahora entiendo joven...- habló la cabecilla de mesa.
-Pero confiar en eso…- interrumpió el hombre de canoso aspecto.
-“Eso” tiene nombre- una voz profunda resonó en la sala.
-Joven Éter… ¿cree que Death podría prestarnos su ayuda?- la señora preguntó al joven parado en la puerta.
-Tendré que consultarlo…- respondió Éter
-¿me harías el favor?...- replicó la cabecilla de mesa –y si es posible, con la mayor urgencia-
-en ese caso. Me despido…- el joven hizo una reverencia con una mano bajo su pecho y se retiró de la habitación.
Al percatarse que Éter ya no estaba en la sala -y al tomar unos segundos de precaución- la señora se da cuenta del nerviosismo en las miradas de todos.
-Ahora podemos discutir este asunto con mayor tranquilidad- dijo calmada , mostrando así sus intenciones.
-¿¡Discutir?! ¿Acaso soy el único que piensa que esto es una estupidez?- Indignado alza la voz el anciano.
-Por favor don Ernesto, por lo menos establezcamos un dialogo, que es por eso que se realizan estas reuniones- respondió el joven.
-Permítanos escuchar su opinión y argumento Joven Alexander ya que fue quien propuso la idea- habló la cabecilla.
-¿Cuanto tiempo y reuniones llevamos discutiendo sobre la crisis mundial, como nos afecta a nosotros y las posibles maneras para librarnos de ella? Señores, en este mundo tan globalizado no importa que hagamos dentro de este país, seremos arrastrado por la influencia da las grandes potencia del mundo- expuso con voz tranquila.
-Puede que tengas razón Joven Alexander- mencionó por primera vez un hombre de edad avanzada medianamente calvo con un leve sobrepeso –pero no tomas en consideración el gasto que conllevaría una guerra de tal magnitud-
-El dinero no se gasta, solo cambia de mano. Si conseguimos controlar todas esas manos el dinero regresaría a nosotros. Piénsenlo como una inversión a largo plazo- con su habitual serenidad Alexander defendió su propuesta
-No hablo solo de dinero Joven Alexander… Hablo también de perdida de hombres, terrenos inutilizables y pérdida de recursos- respondió el caballero con sobrepeso.
-No tienes la expereiencia suficiente para saber lo que es una guerra Joven Alexander. Las pérdidas son enormes incluso para el vencedor, no es algo que se debe tomar a la ligera y mucho menos en las magnitudes que está proponiendo- La cabecilla de mesa dio sus argumentos con voz serena
-Los asesinos de Death disminuirían considerablemente las perdidas tanto para nosotros como los de los enemigos- continuó Alexander
-Hablas como si confiases en que Death nos puede asegurar una guerra contra el mundo- reclamo el señor canoso.
-Don Ernesto ¿Conoce acaso usted el poder de Death o por lo menos el de uno de sus asesinos?- preguntó directamente el Joven Alexander.
-Si Alexander y por lo mismo sé que no son de confianza- olvidándose de los honoríficos respondió Ernesto
-Es cierto que Death o cualquiera de sus “asesinos” ha demostrado un poder abrumador, pero aun así dudo ganar, si quiera mantener una guerra mundial- habló la cabecilla de mesa.
-No tiene por qué ser así. Vamos lentamente, sugiero comenzar con nuestros países vecinos- dijo Alexander
-Es cierto que nuestros países vecinos han mantenido tensas nuestras relaciones y amenazan con quitarnos territorio. Una guerra con esas tres naciones es algo que está próximo y puede que sea el momento de iniciarla y terminarla- uno de los señores, que no se había entrometido en la discusión, habló
-Podemos conseguir incluso aliados que nos puedan ayudar con esa guerra- otro nuevo en la discusión agregó con entusiasmo.
-Pero primero tenemos que ganar mayor control público. Si ustedes señores y señoras de esta mesa me apoya, tengo un plan para llevarlo a cabo…- habló la cabecilla.
-Death puede ayudarnos con eso y cuando vean su efectividad. La idea de la conquista del mundo no les sonara tan descabellada- aseguró el joven cerrando la discusión.

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Una hora de viaje le tomó a Éter ir desde aquel edificio hacia una casa situada en la falda de un cerro la cual sirve de residencia para Death.
El terreno que rodea esta gran casa está completamente cercado y con cámaras de seguridad en puntos claves. El único acceso evidente es un portón que solo se habré con la autorización de Éter o de Death.
Éter camina con paso firme desde el portón hacia la entrada principal de la casa, ya dentro camino hacia la oficina, al cruzar sus grandes puertas se encontró con su maestra.
Estaba apoyada con sus codos en el marco de la ventana, su cabeza inclinada hacia atrás con una actitud relajada miraba hacia el cielo, su cabello negro, largo y liso colgaba hacia atrás. Llevaba una polera blanca ajustada, unos short azules y estaba descalza.
-Llegaste temprano- dijo con tono coqueto y voz clara, dirigiendo su mirada hacia el recién llegado -¿la reunión término antes de lo previsto?-
Un rostro joven saludable que denota unos 19 a 21 años sin ningún rastro de vejez. Cejas esbeltas, pestañas largas crespas y voluptuosas, ojos negros con una mirada entre firme y coqueta. Unos labios que denotan una sonrisa sensual. Su ajustada polera blanca daba a denotar sus senos grandes y firmes, con una cintura esbelta sin llegar a denotarse débil. Daban en conjunto una imagen que ningún hombre se podría resistir.
-Realmente no…- respondió Éter mirándola directamente a los ojos –Me enviaron para preguntarte algo sobre cierto asunto-
-¿Algo sobre cierto asunto?- le preguntó Death con un tono inocente inclinando su cabeza hacia un lado.
Tras eso Éter le explica minuciosamente lo sucedido en la reunión. Cuando el punto central fue tocado, ella formo una mueca completamente diferente de lo que es habitual verla. Una gesto que a diferencia de su sonrisa coqueta y burlesca, se asemeja más a la de un niño que veía los regalos que se acumulan en el árbol de navidad.
Death se dirige para sentarse en el asiento de su escritorio, se apoya de forma relajada en el respaldo, mientras que su mirada contantemente recae en Éter.
-Esto… ¡Esto es genial!-
-Veo que estás de acuerdo…- dedujo Éter sin dejarse llevarse por el entusiasmo de su ama.
-¡No solo eso! Esta es la mejor idea que se les pudo haber ocurrido a esos ansíanos- mientras decía esto, giraba su asiento para mirar hacia la ventana. Después de unos segundo se levantó, miro a Éter por un momento y comenzó a caminar, mientras Éter seguía tras ella.
-Primero debemos organizarnos con los maestro…- comenzó a explicar a Éter –contacta con los profesores y alista la academia para impartir entrenamiento-
Al llegar a su habitación Death comienza a desnudarse revelando su hermoso cuerpo, rápidamente Éter recogió la ropa que ella iba dejando.
-¿Tienes pensado a quienes vas a entrenar?- preguntó Éter con una curiosidad legitima mientras Death se dirige a su baño para darse una ducha.
-Tengo a un grupo de chicos en mente…- respondió.
-Un grupo de chicos...- replico Éter con voz casual y un poco desganada.
-¡Sip! Unos 12 por ahora- el agua apocaba su voz un poco.
-¿Por ahora?- respondió confundido por la declaración de su maestra.
-Ese número puede crecer. Además, tengo pensado para una ocasión como esta hacer 3 tirajes-
-¿Y cuánto tiempo crees que tomará esos “tirajes”?- Éter siguió preguntando para aclarar dudas que podrían surgir cuando contacte con los maestros.
-Unos 6 años cada uno, 18 en total- dijo despreocupada mientras lavaba su cabello.
Al terminar de bañarse se seco con una toalla y continuo con su cabello gracias a la ayuda de un secador. Cuando quedo satisfecha con los resultados se dirigió a su armario -que más que armario parece una habitación- para seleccionar unas lencerías negras cómodas, unas calcetas blancas, Jeans de color azul oscuro, una polera blanca ajustada, una chaqueta corta de cuero negra semi-abierta y unas botas de cuero. Tras seleccionar este conjunto y probarse frente al espejo gigante dentro de su armario. Al salir de este, miro a Éter con mirada coqueta.
-¿Cómo luzco?- se puso frente a él y dio un giro lento en su eje.
-Pareces una motoquera…- respondió mientras miraba el conjunto.
-Perfecto…- Tras esto, con paso rápido, se dirigió a la sala principal de esta casa y toma unas llaves que estaba en el llavero junto a la puerta –cuida de la academia Éter-
-¿Vas a ir sola?- preguntó solo por cortesía Éter
-¡Claro!... la Honda solo tiene un asiento- respondió sin mirar hacia atrás mientras habría la puerta.
-Primera vez que la veo arreglarse tan rápido- reflexiona Éter.

Death rompiendo varios límites de velocidad y leyes de tráfico llego en un tiempo record de media hora al edificio donde se reúnen las 12 cabecillas.
A pesar de la gran seguridad dentro del edificio, Death entra con autoridad y sin vacilar hacia la sala de reuniones. Abre lo que parece ser una pesada puerta vigilada por dos guardias armados sin duda alguna.
Dentro la mirada de 12 aristócratas altamente acaudalados se posan sobre ella.
-Llegue a tiempo… reunión larga al parecer- con un tono juvenil habló Death a esas implacables miradas.
-el Joven Éter nos comunicó que venias en camino. Además que venga a darnos la respuesta en persona es en cierta medida una confirmación - Respondió la señora cabecilla de mesa.
-¿de verdad?... bueno, vamos al grano.-
No solo los ojos de estos acaudalados millonarios estaban atento a cualquier gesto de esta extraña joven llamada Death, si no que sus oídos a cualquier palabra que saliera de su boca.
-tengo dos puntos principales que tendrán que realizar para que yo les preste mi ayuda…-
Ya se había discutido dentro de esta sala los posibles precios que impondría Death para que prestase ayuda a esta arriesgada campaña. Además, el éxito de esta dependida en gran medida en la participación de esa joven. Varios de los aquí involucrado no estuvieron de acuerdo a depender de aquella mujer pero tras un intenso y prolongado debate sucumbieron a los deseos de ser más de lo que ya son.
-Primero: quiero ser reconocida por lo menos la mitad de los habitantes dentro de esta nación, el anonimato me fue útil en su tiempo, pero se está haciendo desagradable “explicar” quién soy– habían mucho que objetar pero todos esperaron para que Death terminase de hablar
-Segundo: Un hijo o nieto de cada uno de ustedes será uno de mis asesinos…-
-¡¿Qué?!- saltó de su asiento el hombre mayor de edad –Esto es una locura-
-¿locura?- con un tono serio y firme preguntó Death
-no voy a obligar a ninguno de mis nietos o hijos a ser el perro de una psicópata- respondió indignado el señor trajeado
-Don Ernesto tiene razón…- complementó la persona más joven sentado a la mesa –no podemos darle ningún heredero-
-No pienso obligar a nadie, créanme cuando les digo que vendrán voluntariamente conmigo…- Respondió la joven –Además, poco y nada me importa su herencia, si lo estimas conveniente pueden desheredarlos cuando vengas conmigo-
Hace poco hubo un episodio que termino en el desheredamiento de un nietos de uno de los involucrado dentro de esta sala, por lo que no era de extrañar las palabras de Death y cada uno de los aquí involucrados tenía más de un hijo o nietos.
-Estas en acuerdo en un punto. Death…- insistió don Ernesto –no es la herencia la que me importa, si no mis nietos-
-Death. ¿Nos puedes dar un tiempo para discutir esto con más calma?- La señora con voz de autoridad hizo la pregunta.
-está bien… ya me retiraba.- respondió Death –Como saben mis requisitos no cambiarán y si deciden aceptarlo quiero que se cumplan en un plazo de 12 año… creo que es un tiempo lo mas de generoso. Eso sí, la respuesta pueden dármela por teléfono antes que termine este día-
Death se retira de la sala, dejando a las 12 cabecillas discutiendo entre ellos.




Extreme Age
Capítulo 1: Una serie de malas decisiones

En un colegio particular de una nación en vía de desarrollo, llega a la sala un chico de alrededor de 13 años de edad. Pelo algo más largo en la parte de la mollera en comparación a sus costados, de altura mediana, contextura delgada, ojos cafés claros, una camisa blanca algo desabrocha con la mitad de ella fuera del pantalón de color negro, una corbata azul oscuro con líneas rojas diagonales mal colocada, bototos por zapatos, una cadena que va desde su cinturón hacia la cartera que guarda en su bolsillo, la mochila colgando de un hombro y en esta tenia símbolos anarquistas y bandas que fomentaban esa filosofía y para concluir una cara que denotaba no querer estar aquí. Su imagen choca enormemente con los otros alumnos completamente ordenados en sus uniformes, como ha de esperarse para el primer día de clases para un colegio de esta categoría.
Da un vistazo a la sala hasta encontrar un lugar libre donde sentarse.
La sala estaba compuesta por 3 filas y cada una de ellas con 5 pares de mesas y sillas, dando un total de 30 pupitres, en cada una de ellas se podía ver a alumnos ocupado en sus asuntos, algunos conversando con su grupo de amigo, otros dándoles tímidos vistazos al recién llegado, otro echados en el pupitre por el sueño de llegar tan temprano y otros echados en el asiento con las manos en el bolsillos sin hacer nada más que sentir pasar el tiempo. Solo había un asiento libre, y este era al lado de un alumno al final de la segunda fila, con actitud desganada y un brazo atrás del respaldo de la silla y otro en su muslo se pasaba el tiempo mirando la ventana. Era un chico de altura mediana alta su cuerpo denotaba un aspecto atlético que contradecía su actitud desganada, ojos muy oscuros que casi se confundía con sus pupilas, un cabello algo largo desordenado y una ropa correctamente ordenada discrepaba enormemente con el recién llegado. Ajusto la mochila en su hombro y se acercó hacia el pupitre desocupado, dejo la mochila en la mesa, saco la silla y tomo asiento –más bien se echó en el asiento-. Su compañero desvió su mirada de la ventada para toparse con la suya.
-Hola, mi nombre es Alejandro- Saludó jovialmente el recién llegado.
-Me llamo Javier- respondió con una pobre sonrisa su compañero.
-¿Javier?- preguntó con un tono de duda Alejandro, y un aire helado recorrió la espalda del supuesto Javier.
Javier, mejor conocido como Zonik Maximiliano Mothay Mothay, hace poco se había inscrito a este colegio con un nombre falso, la excusa que dio a su madre era debido a que su nombre era muy raro. Pero el motivo principal era otro…
-lo digo ya que cada vez que pregunto cómo se llaman, me dicen su nombre completo- Continuo el desordenado compañero al ver la cara de duda que ponía Max –es absurdo el que tengo que escuchar los dos nombre y dos apellidos de cada uno de ellos y ver como se les infla el pecho si su apellido es “importante”-
-Si no hubieses dicho solo tu nombre quizás respondería con mi apellido también- respondió su compañero.
-Realmente poco me importa el apellido de una persona- Respondió Alejandro mirando el techo y botando su aire restante como si fuese un suspiro –Si pregunte tu nombre, es para saber cómo llamarte-
-Con que me llames Javier bastara- Max volvió su mirada a la ventana.
-eres nuevo ¿verdad?- en un tono de afirmación habló Alejandro.
-A si es, supongo que tu no lo eres- respondió Javier.
-Nop…  yo también soy nuevo- Con un ánimo jovial contestó el alumno de aspecto desordenado
-entonces… ¿cómo sabes que soy nuevo?- preguntó dudoso Max
-no estaba tan seguro…- contestó Alejandro suspirándole al techo –te vi solo mirando la ventana… si no eres nuevo entonces eres autista-
Max al escuchar esas palabras volvió la vista hacia la ventana en una actitud muy fría
-¡Hey!... ¿Eres a si todo el tiempo? ¿O solo cuando te pica un huevo?- Alejandro preguntó en tono jocoso agresivo.
Javier lo mira de reojo
-que yo llevo un buen rato queriendo rascarme uno- continuo el desordenado compañero entonándose lentamente más serio.
Una riza salió de la boca de Maxi. Él no quería parecer un anti-social y mucho menos un autista, su mente pasaba por muchas cosas en ese momento impidiéndole atenerse a su plan de ser más social con su nuevos compañeros de curso. Uno de los motivos de cambiar el nombre era para comenzar una nueva vida y dejar atrás su pasado, y de esa forma no lo estaba consiguiendo
-si te pica… ¿Por qué no te rascas?- preguntó Javier siguiéndole el juego a Alejandro
-porque quiero mantener una buena primera impresión y esas chicas de al frente no paran de mirar hacia aquí- Respondió, y Max busco con su mirada por la sala de clase hasta encontrase efectivamente con la mirada de un grupo de compañeras –en específico tres- y al cruzar miradas estas vuelven sus vistas entre ellas comenzando a murmurar y reírse discretamente
-creo que te están mirando a ti…- dedujo Alejandro.
Al ver esta escena y escuchar las últimas palabras de su compañero, Max recordó la recomendación de su viejo amigo después de que este escuchase el deseo de Maximiliano para cambiar su vida y dejar el pasado atrás:
“búscate una novia, o por lo menos alguien con quien salir. Te calientas la cabeza porque tienes mucho tiempo libre y solo lo utilizas para darle vueltas a asuntos sin importancia. Además, ya comenzaste entrar en la adolescencia y sobré todo tu… cabro chico promiscuo”
-si quiero dejar el pasado atrás, tendré que tomar la iniciativa…- pensó Max.
Se paró de su asiento y camino en dirección de sus compañeras. Cuando ellas se dieron cuenta de la proximidad de Javier, cesaron los murmullos y dos de ellas le miraron directamente.
-Hola, me llamo Javier… Soy nuevo- Se presentó Max y su entrenamiento previo para auto-convencerse  de su “nuevo nombre” rindió agradables frutos
-Hola Javier, Me llamo Paulina- con una sonrisa contesta la compañero de cabello largo castaño ondulado. –Ella se llama Váleri- apunta a la compañera de al frente de corto cabello oscuro.
-hola- contesta Váleri con un tono bajo y moviendo su mano.
–Y ella es Trinity- Finalizó las presentaciones apuntando a su compañera de puesto.
Trinity miraba de reojo a Maxi con un leve rubor en sus mejillas.
-es tan obvio- Pensó Max como si le aburriese pero continuo adelante por las palabras de su amigo
-¿oye?... ¿tienes desocupado este sábado? Para salir alguna parte- dirigió la pregunta hacia Paulina pero su intención era para otra parte
-mmm… No puedo salir este sábado, Pero Trinity dijo que no tenía nada que hacer este fin de semana- Paulina respondió y con su rodilla golpeo disimuladamente la pierna de su compañera.
Aunque Maximiliano no se dio cuenta de ese gesto, las últimas palabras de Paulina confirmaron sus sospechas.
Trinity tenía un pelo castaño oscuro ondulado, de contextura delgada, altura media baja y ojos cafés oscuros.
-si…- respondió Trinity tratando de ocultar sus emociones -¿a qué hora?-
-A las 4 en la plaza antigua… ¿te parece?-Preguntó Max con una sonrisa calmada
-Está bien…- Respondió en tono calmo Trinity.
Tras eso Javier termino la conversación con una sonrisa y un “nos vemos” y se marchó hacia su asiento.
Al sentarse, la mirada fija de Alejandro incomodó a Max
-¡¿Qué…?!- preguntó Maximiliano para tratar de sacarse la mirada de Alejandro
-¿así de directo?- preguntó Alejandro al sorprenderse de las acciones de Javier
-un amigo me dijo que “la distancia más corta entre dos puntos es la línea recta”- explicó a Alejandro y este queda reflexionando sobre esa frase.

El primer día de clase transcurrió como era de esperarse, ni profesores ni alumnos querían hacer clase, por lo que pasaron el tiempo presentándose a los nuevos profesores y los nuevos alumnos. Y es muy probable que la primera clase de cada profesor sea para hablar sobre que hicieron en las vacaciones o cosas sociales.
-supongo que te gusta el punk- inició una conversación en el recreo con Alejandro, Max.
-Sí, aunque en general me gusta toda música que sea buena…- contestó el desordenado compañero
-¿y que es para ti esa música “buena”?- Maximiliano quiso hacer especificar a Alejandro
-toda música que se sienta un esfuerzo en crearla…- contestó –aparte del punk, me gustan el sinnúmero de sub-géneros del rock, incluyendo el rock: El rock clásico, folclórico, metal, los muchos subgéneros de metal-
-entonces… ¿te gusta la música pesada?- Continuó Javier
-no solo eso, también disfruto de música tranquila como el reggae… Sobre todo cuando estoy volao- Explicó su compañero.
-¿Fumas Marihuana?-  Preguntó curioso Max
-sip. Tengo mis matas en el patio de mi casa y me gusta fumar-
-ya veo…- Contestó Javier y su curiosidad aumentaba cada vez más.
En esta nación -una muy conservadora y de orígenes católicos, aunque cada vez aligeraban las reglas con respecto a la Marihuana- era mal vista esta “droga” por muchas personas, considerándola la droga que abría la puerta a consumir otras drogas más fuertes y dañinas. La Marihuana -en el país- era legal consumirla con propósitos medicinales  -aparte de otros motivos como religiosos- aun así la comercialización solo era permitida en establecimientos autorizados. Aunque la sociedad poco a poco se habría más a la idea de consumir la marihuana, todavía existían muchos prejuicios. Por lo que sorprendió en primer medida a Maximiliano con lo directo de Alejandro al respecto.
-Por tu cara supongo que no fumas- Analizó Alejandro y Max respondió que no con su cabeza
-si quieres te puedo invitar de mi cosecha algún día-
El Maximiliano del pasado se puedo haber negado rotundamente a la probabilidad, pero el nuevo “Javier” que quiere conseguir no puede negarse a estas nuevas “experiencias”
-Bueno- Respondió firmemente Max y Alejandro río alegremente.
-Supongo que este sábado tienes ocupado ¿no?... ¿Qué tal el viernes en la noche?- propuso su compañero
-¿este viernes?- preguntó algo afligido Javier
-si… ¿por qué? ¿También lo tienes ocupado?- Preguntó bajando el tono Alejandro y Max asintió con la cabeza
-Voy a reunirme con unos amigos… Pero descuida te puedo invitar si es que quieres ir- le explicó Maxi a Alejandro
-reunirse con amigos un viernes por la noche… ¡Me suena a carrete!- Exclamo su desordenado compañero.
Al principio quiso negarlo. Pero al pensar un poco más en ello, supo que puede pasar por uno.
-Supongo que si… Al final de cuenta habrá alcohol, comida, música, entre otras cosas- Le explicó a Alejandro.
-¿Habrá chicas atractivas?- Preguntó entusiasmado Alejandro
-Hay algunas que son de nuestra edad y si… según yo, son muy lindas- Incitó a su compañero, Max.
-¡Ok!... Me apunto- contesta alegremente  -¿cuantos serán? como para invitarle un pito a cada uno-
-Mmmm…- piensa Javier –Habrán demasiados para que les puedas invitar un pito a cada uno. Te recomiendo que traigas tantos como te sean posibles-
-¡Bien!... ya me estoy entusiasmando- Alejandro ya se hacía ilusiones en su cabeza –por cierto… ¿no llegaras con caña a tu salida con… Trinidad creo que se llama?-
-Procuraré tener cuidado y se llama Trinity- Al contestar esto Alejandro rompe en riza.
-entonces… ¿el viernes a qué hora sería?- Preguntó cuándo puedo calmar su riza
-como las 9…- Respondió Max -El viernes salimos temprano ¿te parece que nos juntemos en la plaza antigua como la 8:30?-
-¡Dale!- Alejandro contestó felizmente. Tras eso tocan el timbre que indican el fin del recreo.
Las posteriores clases y recreos no ocurrieron nada importante o que me parezca a mí que sea digno de escribir.

Al finalizar las clases Maxi se dirigió directo a su casa, estaba entre 40 minutos a una hora de distancia en bus, algo extraño para un estudiante que normalmente busca colegios próximos para su educación, pero por la reputación del colegio con su familia se veía moralmente obligado a asistir ahí.
En su casa vive con su madre (33 años), Florencia (19 años) y la hermana de Florencia: Yanina (15 años).
La primera impresión que podría dar la casa de Max es: “¡es enorme...!”. Una casa moderna grande, con una reja imponente con sus portones electrónicos y cámaras de seguridad, un gran patio con pasto bien regado y cortado, con flores, árboles y arbusto, decorándolo armoniosamente. Un Gran garaje donde se pueden guardar varios vehículos, en la parte trasera una piscina grande con cubierta electrónica para que no se ensucie y alrededor de esta: baldosas beige; sofás y asientos para recostarse o sentarse alrededor y en el otro lado una cancha de tenis dura enrejada.
El interior de la casa cuenta con dos pisos los cuales se dividen en 8 dormitorios que a su vez 6 de ellos están en el piso superior contando con baño propio. Dos baños adicionales en el piso inferior, una cocina, comedor, sala de estar, una oficina, incluso un gimnasio.
Aunque pareciese excesivo -más aun sabiendo que solo la habitan 4 personas- caía en comparación con la casa principal de su familia donde vivía actualmente su abuelo.
La madre de Maximiliano casi nunca se encontraba en el hogar, por lo que normalmente se encontraba solo con Florencia y Yanina. Pero últimamente Florencia tenía un trabajo que le ocupaba mucho tiempo, así que la mayor parte del día se lo pasaba solo con Yanina.
Las labores de la casa recaían en Yanina y Florencia, aunque actualmente Max ayudaba a Yanina cuando su hermana no estaba, para que no se le hiciese pesado el tener que limpiar una casa tan enorme –Aunque al principio tanto Florencia como Yanina se oponían a eso-. Sin embargo, para la jardinería y otros asuntos domésticos contrataban auxiliares externos.
Toco el comunicador de afuera de la casa y al confirmar de adentro que era el, le abrieron el portón.
-Hola Maxi ¿Cómo le fue?- fue recibido al entrar a la casa por un saludo que denotaba un comportamiento algo coloquial, pero con esfuerzos notorios de ser formal. Esto salió de la boca de una muchacha joven de 15 años, de cabello claro rubio liso con un moño en la parte media de este, ojos azules y un cuerpo esbelto, altura algo baja para su edad y de test blanca. Su ropa eran unos jeans azules claros cómodos, una polera color calipso y unas zapatillas blancas con negro
-Bien Yani- respondió con una sonrisa Max –y… ¿Florencia?-
-Dijo que tenía algo que hacer y volvería más tarde- Contesta Yanina escapándosele su tono informal
-ya veo…- respondió algo desanimado Maxi y luego se dirigió hacia su habitación
-¡Maxi!- Interrumpe su camino Yanina y Maximiliano se voltea para escucharla mejor –Hay alguien que te estaba esperando…-
-¿Me están esperando?- La duda se escuchó en la voz de Max
-Si… Don Éter- contesto la chica de rubios cabellos.
La duda se disipo de la cabeza de Max, Éter era un conocido suyo y si estaba en esta casa solo era por una sola cosa.
Al dirigirse a la sala de estar junto con Yanina puedo ver a Éter tomando una taza de café. Al ver llegar a Maxi, se levantó de su asiento dejando su taza en su respectivo platillo en la mesa que estaba al frente suyo y con una sonrisa elegante saludo diciendo:
-Saludos joven Zonik-
-Yanina…- habló Max –nos puedes dejar solos por favor-
-¿Quiere que le traiga algo de la cocina?- pregunto Yanina con su tono que se esforzaba en gran medida en ser formal pero era opacado por la forma de hablar de Éter
-No… Gracias- Respondió respetuosamente Maxi.
-Entonces… me retiro- Forzando su frases que desentonaba con ella, Yanina salió de la sala.
La habitación quedo desocupada y los individuos restantes se quedaron mirando fijamente mientras el silencio reinaba en la sala.
-Zonik es un nombre estúpido…- Bajando su tono de voz a propósito, rompió el silencio Max –No me vuelvas a llamar así en mi casa-
Su comportamiento agresivo se debía a que –aunque era ya un viejo conocido- Éter no era una persona en la cual se podía confiar, pero tampoco era una persona que era bueno enfadar, por lo que Maxi tenía que cuidar su comportamiento ante él.
-Mis disculpas… Aunque yo no opino lo mismo sobre su nombre. ¿Cómo desea ser llamado?- con un tono sobrio y elegante que contrarrestaban su aspecto juvenil pregunto Éter.
-Puedes llamarme Maximiliano, o en cualquiera de sus simplificaciones. Como Max, Maxi, entre otras…- Le explicaba el joven mientras mantenía una distancia de seguridad con él.
-Como desee joven Maximiliano- contesto haciendo una pequeña reverencia con una mano debajo de su pecho.
-Sera mejor que vallásemos al grano- Manteniendo el tono grabe, Max habló con claridad
-Mi maestra lo está esperando, pero tendrá que venir conmigo de inmediato-.
Ni una palabra después de eso se estableció ente ellos dos. Solo una frase de “voy a salir, volveré luego”  dirigida a Yanina por parte de Max fue escuchada. Se subieron en el auto de Éter previamente estacionado en el garaje de la casa y partieron hacia el hogar de la maestra del joven con elegante comportamiento.
No tardaron mucho en llegar ya que sus hogares estaban relativamente cerca uno del otro, alrededor de 10 minutos de viaje en auto.
Aunque normalmente impresionaría la vista de la casa en la falda del cerro -por su tamaño y belleza moderna considerable- para Maximiliano -que estaba familiarizado por este lujo- no era la gran cosa.
Al llegar frente de la entrada principal de la casa tras cruzar el portón electrónico, Éter bajo del auto para abrir la puerta de Max Permitiéndole descender del vehículo.
-Voy a estacionar el auto…- dijo Éter mientras Maxi se bajaba –Mi maestra debe estar esperando en su oficina dentro. Es en la puerta grande, no se puede perder-
Las acciones de Éter de subirse y conducir el auto dejando solo al invitado, era algo que desconcertaba a Max -sobre todo viniendo de alguien como Éter- pero aprovechó la oportunidad de asegurarse que la pistola que -siempre carga en su cinturón- estuviese bien oculta. Tras eso...-con paso firme y determinado- se dirigió dentro de la casa.
Se encontró con una sala bastante grande que daba a escaleras modernas-elegantes, algunos pasillos y sobre todo, a la evidente puerta grande. Max no dudo en pensar que esa era la entrada que menciono Éter.
Camino hacia ella y golpeo la  puerta de forma calmada.
-Adelante, pasa…- una voz femenina, clara, saludable y solemne se escucha a través de la puerta.
Su voz impactó desconcertando a Max. Pero como no quería hacerle esperar, tomo aire para darse aliento y abrió la puerta.
Si su voz le había impactado, lo que vio al atravesar la puerta lo golpeo profundamente.
La mujer de alrededor de unos 20 años sentada en el escritorio de una belleza indescriptible con un vestido nocturno de color negro que en armonía competían la elegancia con la sensualidad, una abertura en la parte lateral para lucir su piernas entrelazadas -aunque por la perspectiva no lo podía confirmar- la forma del vestido daba entender que tenía un pronunciado escote en la espalda, unos tacos negros finos elegantes y una sonrisa coqueta daban la imagen de una modelo en una gala nocturna, desconcertó a Max que tenía una imagen completamente diferente a ella.
Él no sabía lo que sentía en ese momento. Debido a que sufría un cambio hormonal característico de su edad, no sabía cómo reaccionar. Claro que él sabía distinguir una mujer que le gustaba de otra que no, pero nunca se había sentido tan atraído por la figura femenina.
-Tú debes ser Zonik ¿me equivoco?- Una voz seductora escuchándola tan de cerca proviniendo de un cuerpo tan atractivo termino arrebatando lo poco de control de Max que no evito sonrojarse y quedarse mudo por un buen rato admirando a la mujer que tenía delante de el
-¿Pasa algo?- Esas palabras dicha con una sonrisa burlesca lo trajeron devuelta a la realidad
-¿T… tu eres Death?- Tartamudeando soltó la pregunta
-Si amor… no me digas que te decepcione- Con una sonrisa entre coqueta y burlesca soltó esa frase Death. Una frase llena de veneno, si Max hubiese tenido más experiencia o no estar tan extasiado con la vista, puedo haber deducido el verdadero significado de aquellas palabras, pero en vez de eso…
-No… para nada. Es solo que nunca pensé que fueses tan joven- Habló tímidamente Max
-Que tierno…- sonríe Death alegremente –Aunque te caerías de espalda si supieses mi edad-
Lo último desconcertó a Max
-Dime cariño ¿Qué te trae por aquí?- Pregunto Death –Éter solo me dijo que querías hablar conmigo-
-Quiero ser uno de tus asesinos- Explico Max y desconcertado su mente le reclamo a sí mismo
-¡¿Qué?! Eso no es verdad- exclamo en su interior -¡Yo no vine para eso!-
-¿Por qué quieres convertirte en uno de mis asesinos?- preguntó con un tono algo extrañada Death
-Dos personas que son muy queridas para mí son ya tus asesinos y yo quiero unírmeles- contestó pero su mente seguía reclamándole
-Eso no es cierto… es justo lo contrario. Yo venía a decirle que lo deje libres- su mente contradecía su boca
-Se a quienes dos te refiere…- Tras un momento en que Death miraba una parte en el piso para poder pensar dijo: -¡Bien! Acepto si tu aceptas-
Tras eso se levanta del escritorio y en respuesta a eso como reflejo Max da un paso hacia atrás poniendo su mano derecha en su espalda
-¡Que tierno!- exclamo Death –Estas asustado…-
No era el miedo por lo que estaba asustado Maxi, sino por la cantidad de emociones diferentes que chocaban en su mente –y claro- su mano derecha estaba firmemente sujetando su arma. Death se acercó a él y al estar frente a frente dijo:
-Cierra los ojos…- Aunque Max no era una persona baja para su edad, Death era más alta que él aunque en un futuro Maxi de seguro lo superara en porte. Pero en este momento Max tenía que mirar hacia arriba el rostro de Death.
Max no iba a cerrar sus ojos por ningún motivo, y evitaba lo más posible incluso el pestañar
-Es menos romántico si los mantienes abierto…- murmuraba seductoramente Death
-¿Romántico?- Un pensamiento de Max salió a flote y tras eso.  Cerrando los ojos y apoyando su mano derecha en la mejilla de Max, Death condujo sus labios al labio del joven inundándolo en un profundo beso.
El beso no solo ardió en los labios, si no que ardió en toda la piel de Max, incluso en sus venas. Sentía que ese beso poseía no solo su cuerpo, si no que su alma y su mente. Su corazón latía con mucha intensidad. No era su primer beso, pero se sentía completamente diferente a los que había tenido antes. Mientras tanto su mano derecha luchaba inconscientemente entre sacar el arma o dejarla donde estaba. Poco a poco fue relajándose y llevarse por la sensación que embriagaba su boca y su cuerpo, lentamente fue cerrando sus ojos y relajando su mano derecha, está a estar completamente relajada quedo colgando a un lado como si fuese un peso muerto, mientras que su otra mano se dirigía a tocar la cintura de Death. Cuando su mano estuvo a punto de tocar su cintura, Death cortó el beso.
-Bien… no sacaste el arma- Death  cerca de los labios de Max sin abrir los ojos susurro esas palabras.
Max aun no volvía en sí.
Death volvió a su escritorio para sentarse en él y estando en este dijo
-Ya eres uno de mis asesinos Zonik… Felicidades- no alzaba mucho la voz, sabiendo el estado de embriagues que se encontraba Max el cual no quería alterar.
-Si quieres puedes pasar la noche aquí…- propuso seductoramente Death a Max y esto último lo termino despertando, trayéndolo a la realidad
-No…- Respondió como si estuviese algo agotado –tengo que volver a casa-
-Si quieres Éter te puede ir a dejar- sugirió Death
-Voy a regresar caminando-
Max -aun sabiendas que su casa quedaba algo lejos para ir caminando- eligió esto porque su mente estaba tan extasiada que quería relajarla con una larga caminata.
-¿Seguro?- Preguntó Death y al no responder Maxi continuo con… -bueno, te llamaré después con respecto a los horarios de entrenamiento. ¿Éter, puedes acompañarlo a la salida?-
Maximiliano nunca supo cuando había llegado Éter, era muy probable si había estado a su espalda todo este tiempo, habría notado su arma, pero eso ya no importaba mucho ahora.
-Si Death- Respondió Éter elegantemente.
-Nos vemos Zonik… ve con cuidado- Death se despido amablemente y Max asintió con la cabeza
-Por aquí joven Maximiliano- Apuntando reverentemente hacia la puerta, Éter condujo a Max hacia la salida.
-¿Conoce el camino de regreso a su casa?- Pregunto al llegar al portón de la reja y Max asintió con la cabeza
-Valla con cuidado joven Maximiliano- abrió el portón electrónico y espero que Max se perdiese de vista en el camino de regreso.

-¿No me habías dicho que solo podías transformar a aquellos los cuales te enamorabas y ellos te aceptaban como su dueña?– La voz de Éter se escuchó profundamente en la oficina de Death
-Así es…- respondió sin inmutarse Death
-Entonces… ¿Cómo explicas lo que sucedió con ese chico?- Su actitud calmada y elegante se perdía en las frases y comportamiento de Éter en ese mometo.
-¿No es obvio?- respondió simplemente Death
-¿Me estás diciendo que te enamoraste a la primera vez que ves que lo conoces?- preguntó algo descortés Éter y Death afirma con la cabeza
-Ya había escuchado mucho de él, sobre todo por parte de su Hermano… Ahora que lo conocí en persona, no me decepciono- Death le explicaba a Éter manteniendo un tono calmo y sonriendo tranquilamente
-Y. Además te acepto la primera vez que te conoce…- continua Éter y Death vuelve a afirmar con la cabeza
-Las personas que viven su vida cerca de la muerta, le es más fácil aceptarla- Continuó explicando Death.
Al no tener más que decir Éter quedo en silencio
-Primera vez que te veo tan alterado Éter… es raro proviniendo de ti- Tras esa frase Éter mira por la ventana hacia el cielo estrellado de verano.

Una joven, 19 años de edad, pelo largo negro liso suelto y de piel moreno claro, una polera negra con una la silueta de un ave roja en ella, unos jeanes del mismo color y zapatillas deportivas negro con algunos detalles blancos. Su cuerpo era atractivo, sus pechos, trasero y cintura llamaban la atención del sexo opuesto sin llegar a lo vulgar, dando una físico más deportista. Su actitud seria -sin parecer enojada- atraería a ciertos tipos de personas, y una altura alta, para mujeres en esta nación. Llegaba a la casa de Maximiliano.
-¡Hola Florencia!- la voz de su hermana Yanina, la saludo al entrar.
-Hola Yani… ¿Cómo estás?- Pregunto con un tono calmado Florencia.
-Bien, aquí… aburriéndome sola- contesto su hermana bajando los ánimos en su entonación lentamente -¿Y, a ti? ¿Cómo te fue?-
-Me fue bien… - contesto Florencia mientras se dirigía hacia la cocina para servirse algo -¿Aburriéndote sola? ¿Y Max?-
-Salió hace un rato…-
-¿Salió solo?- Florencia se topó con el refrigerado y buscó leche para beber.
-No… Salió con Don Éter- contesto casualmente Yanina.
-¡¿Éter?!- Exclamó Florencia
-¿Paso algo con Don Éter?- preguntó asustada su hermana, confundiendo el tono de Florencia con enojo.
Ella no conocía a Éter como lo conocía Florencia, por lo que era obvio su reacción. Además, no sacaría nada bueno con preocuparla a ella también.
-No nada…- respondió tratando de calmar su tono -¿Sabes por qué salió con…-
Antes de terminar su frase, Florencia sintió la presencia de un asesino rondando en la cercanías de la casa.
-¿Éter?- pensó. Pero no era solo la presencia de un asesino, sino que también de ella provenía una enorme sed de sangre.
-¿Florencia?... ¿Hermana?... ¡¿Florencia?!-
Florencia no le respondía, parecía estar expectante de algo muy lejano e incluso se podría decir asustada, lo que comenzo a inquietar también a Yanina.
-Ve a tu cuarto ahora mismo y cierra con seguro, tanto la puerta como la ventana, escóndete y no salgas de ahí hasta que solo yo te diga- con voz muy sería ordeno Florencia a su hermana
-¿Qué sucede?...- pregunto asustada Yanina
-¡Hazlo!- y con esa exclamación Yanina partió a su cuarto.
La familia de Maximiliano era propensa a ganarse enemigos, se movía mucho en el bajo mundo, por lo que otro grupo competidores podrían atentar contra ellos. Por lo que Yanina sabía que debía estar sucediendo una situación similar, y confiaba –como en sucesos anteriores- que su hermana podría resolver el asunto rápidamente.
Florencia se dirigió hacia la sala que controla las cámaras de seguridad. Pensó por instinto invocar su mazo. Pero este era tan denso qué podría romper el piso bajo suyo
-Lo primero sería evitar el conflicto- pensó –Pero si el conflicto es inevitable, tratar de dirigirlo fuera de la casa. Sobre todo, alejado de Yanina-
Pero lo que vio en las cámaras le sorprendió profundamente.
-¿¡Max!?- no pudo evitar exclamar. Al frente del portón de la casa, con el rostro cabizbajo se encontraba Maximiliano.
Era inconfundible, esa sed de sangre tan intensa provenía de él.


Última edición por Master el Sáb Ago 26, 2017 6:33 pm, editado 11 veces
Master
Master
Admin

Mensajes : 19
Fecha de inscripción : 10/01/2017

https://rolxe.activo.mx

Volver arriba Ir abajo

Extreme Age Capitulo 1: Una serie de malas decisiones  Empty Re: Extreme Age Capitulo 1: Una serie de malas decisiones

Mensaje por John Grëve Jue Ene 12, 2017 11:47 pm

No lo he leído pero eta bueno.
John Grëve
John Grëve

Mensajes : 5
Fecha de inscripción : 10/01/2017

Volver arriba Ir abajo

Extreme Age Capitulo 1: Una serie de malas decisiones  Empty Re: Extreme Age Capitulo 1: Una serie de malas decisiones

Mensaje por Nero Lun Ene 16, 2017 2:39 pm

Me pareció muy interesante. Me intriga saber que carajo es Death (se que el nombre revela bastante pero aún así quiero saber más de ella...o eso).
Cuenta pronto la junta mágico mística de Javier y sus amigos, quiero saber si se vuelan Jajajajjajaaja
Very Happy Laughing Razz

Nero

Mensajes : 4
Fecha de inscripción : 16/01/2017
Edad : 32

Volver arriba Ir abajo

Extreme Age Capitulo 1: Una serie de malas decisiones  Empty Re: Extreme Age Capitulo 1: Una serie de malas decisiones

Mensaje por John Grëve Vie Ene 20, 2017 5:59 am

Se que esta mal que lo diga, pero va mejorando Razz
John Grëve
John Grëve

Mensajes : 5
Fecha de inscripción : 10/01/2017

Volver arriba Ir abajo

Extreme Age Capitulo 1: Una serie de malas decisiones  Empty Re: Extreme Age Capitulo 1: Una serie de malas decisiones

Mensaje por Contenido patrocinado


Contenido patrocinado


Volver arriba Ir abajo

Volver arriba

- Temas similares

 
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.